It's like you're pouring salt in my cuts.

Si le ciel a un enfer, le ciel peut bien m'attendre.

jueves, 20 de abril de 2017

Amor

Nadie ha muerto por amor, el amor no mata a nadie. Eso lo dicen muy a menudo y supongo que en cierta parte tienen razón. Yo no sé lo que es sentir amor que no sea familiar, no tengo ni idea lo que es ser querido por alguien. Muchos me lo han dicho, muchos me han dicho “te quiero” o incluso “te amo” en algún momento, pero sé que no es verdad, nadie me ha querido nunca. Todos dicen “te mereces más” pero nadie está dispuesto a dártelo. También dicen que hay que tener propio, que si tú no te quieres nadie te podrá querer. ¿Acaso alguna de esas personas ha pasado toda su vida sin ese tipo de amor como yo? Pues, lo dudo. Podrán decir que si, pero luego admiten que aunque sea una vez, alguien les ha demostrado el amor, así que no saben lo que se siente estar en este asqueroso y profundo hueco sin salida. ¿Cómo puedo quererme si nadie me ha querido a mí?, ¿Cómo me pueden querer si yo no me quiero? Es la misma estupidez del huevo y la gallina, un maldito ciclo sin comienzo ni fin. 

Nadie ha muerto por amor, pero esto me está matando…. Si es que aún queda algo. Es un lugar muy oscuro del que no ves salida, donde todo está congelado, tu alma, tus pensamientos, tus sentimientos, todo está en un punto neutro. Yo vivo en ese estado, llevo años en este vacío existencial que parece no tener salida, excepto la muerte. Pero como ya he dicho en muchísimas ocasiones, se puede estar muerto en vida, y creo que yo ya lo estoy.

Es verdad… nadie ha muerto por amor, pero a mí me mató el desamor, el de los demás y el propio. 

viernes, 7 de abril de 2017

Invierno

Está realmente frío, la nieve no para de caer.

Te fuiste y comenzó este helado invierno, no siento mis huesos en esta temperatura.

Como ahora no estás debo abrazar almohadas procurando no morir de frío.

Ya  han pasado varias semanas de que este invierno comenzó y cada vez es peor.
Estoy muriendo de hipotermia y ya ni las almohadas sirven, también se impregnaron de este invierno, son inútiles y están heladas, como yo.


Vivo en Venezuela y estamos a 26°, el invierno viene desde mi alma, el invierno empezó cuando te fuiste tú. 

"El frío es parte también de mí" 

martes, 21 de febrero de 2017

La dama oscura.

Hace algunos años conocí a una muchacha, aunque, siento que la conozco de toda la vida, desde hace unos siete años es que he sentido más su presencia. Esta chica es incondicional SIEMPRE está ahí, a mi lado, adelante, o detrás de mi, pero allí está. Hay momentos en los que se aleja y me deja por un tiempo, pero cuando me descuido, puedo notar que ella sigue allí, firme, mirándome y con el mismo propósito aunque no esté expresamente presente. Como hay veces en las que se aleja relativamente, hay veces en las que no me deja solo por temporadas, me persigue a todos lados, y por alguna razón, ella tiene un control sobre mí que desearía no existiera. Está ahí cuando como, está ahí cuando me duermo y me levanto, incluso; cuando duermo, se que ella está rondando. 

Por ella dejé de creer en todas las religiones, en el destino, en Dios y en mí mismo. Es como si estuviese determinada a chupar toda mi energía y mis ganas de vivir. 

No sé como hacer, no la quiero en mi vida. Todo el tiempo me recuerda las cosas malas que ella misma me ha hecho pasar, pero por más que trate, no puedo alejarla de mí, o sacarla de mi cabeza. Lo más enfermizo, es que a veces creo que disfruto de su compañía por lo acostumbrado que estoy a que esté cerca...
Esta muchacha se llama depresión, y me gustaría muchísimo que me dejara en paz.

martes, 7 de febrero de 2017

Karachi.

Usualmente la gente piensa en Londres o París para hablar de amor, o desamor, en mi caso, ambas ciudades representan cosas distintas. Londres para mí fue libido no concretado, París fue libertad. De Europa la ciudad que me hizo sentir desamor fue Madrid, una madrugada llorando en un baño no fue la mejor forma de disfrutar la capital del antiguo Imperio Español. Pero, hay una ciudad que trae para a mi mente, libido, desamor, frustración, celos, impotencia y tal vez un poco de amor. Karachi, cada vez que leo en algún lado esta ciudad recuerdo uno de los momentos más intensos de mi vida. Lo peor del asunto es que nunca he ido, pero te conocí a ti, y tus orígenes son de esa ciudad de Pakistán. Representas tanto en mi vida: mi mayor deseo sexual, mis celos, mis tantas competencias sin ganar,  uno de mis dilemas internos y Jolene. Hasta hace unos 2 años eras mi Jolene principal, pero la única de las Jolenes que llegué a querer por alguna enfermiza razón. Pienso a ti a diario, uno de mis “Nombres artísticos” está basado en ti. No sé como alguien con el que solo hablé unos cinco minutos puede significar tanto, o como alguien en el que pienso casi a diario debería no significar nada. Eres la definición de platónico. Estas fechas me recuerdan a ti porque hace aproximadamente 4 años llegaste a mi vida, solo por unos minutos, como dije anteriormente, pero nunca te fuiste. Odio recordar, a pesar de todas las cortadas, recordar sigue siendo la manera más efectiva de auto-flagelación que tengo. Quisiera algún día poder volver hablar contigo y quitar tantas dudas de mi perturbado cerebro.  Espero estés bien, eres la única Jolene a la que no le deseo mal, literalmente, la única a la que no le he deseado la muerte en algún momento. Sí, así de dañado soy. Pero, al fin y al cabo,  supongo que eres la única de tantas que nunca tuvo intención de herirme.

Londres significa libido, París; libertad y Madrid, desamor. Pero Karachi significa todas mis frustraciones porque Karachi eres tú. 


martes, 31 de enero de 2017

Hate 2.0

  • Odio  mucho, saben.
  • Odio mi intensidad.
  • Odio que en el exacto momento en el que empiezo a sentir, todo se daña.
  • Odio como todo me afecta de una manera anormal.
  • Odio mis celos enfermizos.
  • Odio no sentir como las personas comunes.
  • Odio desde lo más profundo de mis entrañas a este carajo, odio con todas mis fuerzas la razón por que lo odio.
  • Odio sentirme como una mierda.
  • Odio que después de siete años sigo sin odiarte.
  • Odio ser “culto” con cosas que solo me hacen daño.
  • Odio mis necesidades sexuales, pero odio el sexo.
  • Odio a Freud.
  • Odio tener un sexto sentido, odio como eso alienta mi pesimismo.
  • Odio tener que estar encerrado en mi casa todo el día, odio tener que salir, la mayoría de las veces.
  • Odio lo mal que me siento estando alrededor de algunas personas.
  • Odio mis ataques de ansiedad.
  • Odio la depresión. 
  • Odio lo solo que estoy.
  • Odio que siempre hay un pero.
  • Odio que todo en mi vida es blanco o negro, nunca hay grises.
  • Odio mucho de mi entorno.
  • Te odio a ti, me odio. 

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Mérida.

He viajado a muchos lugares del mundo, y en una cantidad un poco más modesta de sitios, he viajado por mi país. Pero mi lugar favorito de Venezuela siempre fue Mérida. Venezuela es un país muy cálido, estamos arriba del Ecuador, y lamentablemente, no soy fanático de los climas cálidos, así que Mérida, al ser fría, tenía un lugar especial para mí, solo el lugar era importante, nada más. Luego, hace un año y unos meses, te conocí: en ese momento, Mérida se convirtió en algo más que una ciudad de Venezuela, “my love”. Así te llamaba, en inglés. “Cuando te diga ‘My Love’ imagina que te doy un beso y un abrazo fuerte” ese era el significado de ese apodo para nosotros, un poco más significativo que la verdadera definición de esas palabras. Todo fue hermoso contigo, dos semanas maravillosas. Sí, sé que dos semanas no es mucho tiempo, pero bastaron para hacerme “caer” por ti. Le hablaste a tu mamá de mí, le dijiste tus verdaderos gustos por mí, esos detalles solo me hicieron enamorarme más. Luego, pasó. Te cansaste. A pesar de decirme “sácate esa idea de la cabeza”, mi idea se hizo realidad. No te culpo, todos se cansan, todos me terminan dejando. No puedo negar que aun siento cierto rencor, porque existe, pero también sigo sintiendo algo especial por ti. Dudo que volvamos a hablar nunca, pero no había tenido la oportunidad -o tal vez el dolor no me dejaba- de escribir algo sobre ti. Te quiero y te extraño demasiado, por favor, no me olvides nunca.

He viajado a muchos lugares del mundo, y en una cantidad un poco más modesta, he viajado por mi país, pero mi lugar favorito aquí, sigue siendo Mérida. Más que por la nieve, la gastronomía, o la gente, Mérida es mi lugar favorito de Venezuela, porque me recuerda a ti.

viernes, 18 de marzo de 2016

Ser

A veces me gustaría ser otra persona totalmente diferente, saber que se siente estar en los zapatos de otro, sentir otras cosas, pensar otras cosas, tal vez así podría entender mejor el proceder de la gente.

Aunque,  también me gustaría ser simplemente un niño pequeño, así podría retomar la inocencia y mi vida se basaría solo en llorar para conseguir las cosas, eso ya no puedo hacerlo.

Quizás ser una mosca, parece fácil.  Solo volar, comer basura y procurar que no me aplasten.  

También podría ser una planta, así me dedicaría solo a respirar, literalmente.

Sería interesante ser un objeto inanimado, como un tenedor o una caja, así no sería absolutamente nada, lo cual no suena tan mal en este momento.


Podría seguir y seguir diciendo todas las cosas que me gustaría ser, pero lo relevante aquí, es que por lo general, no me gustar ser yo.