It's like you're pouring salt in my cuts.

Si le ciel a un enfer, le ciel peut bien m'attendre.

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Mérida.

He viajado a muchos lugares del mundo, y en una cantidad un poco más modesta de sitios, he viajado por mi país. Pero mi lugar favorito de Venezuela siempre fue Mérida. Venezuela es un país muy cálido, estamos arriba del Ecuador, y lamentablemente, no soy fanático de los climas cálidos, así que Mérida, al ser fría, tenía un lugar especial para mí, solo el lugar era importante, nada más. Luego, hace un año y unos meses, te conocí: en ese momento, Mérida se convirtió en algo más que una ciudad de Venezuela, “my love”. Así te llamaba, en inglés. “Cuando te diga ‘My Love’ imagina que te doy un beso y un abrazo fuerte” ese era el significado de ese apodo para nosotros, un poco más significativo que la verdadera definición de esas palabras. Todo fue hermoso contigo, dos semanas maravillosas. Sí, sé que dos semanas no es mucho tiempo, pero bastaron para hacerme “caer” por ti. Le hablaste a tu mamá de mí, le dijiste tus verdaderos gustos por mí, esos detalles solo me hicieron enamorarme más. Luego, pasó. Te cansaste. A pesar de decirme “sácate esa idea de la cabeza”, mi idea se hizo realidad. No te culpo, todos se cansan, todos me terminan dejando. No puedo negar que aun siento cierto rencor, porque existe, pero también sigo sintiendo algo especial por ti. Dudo que volvamos a hablar nunca, pero no había tenido la oportunidad -o tal vez el dolor no me dejaba- de escribir algo sobre ti. Te quiero y te extraño demasiado, por favor, no me olvides nunca.

He viajado a muchos lugares del mundo, y en una cantidad un poco más modesta, he viajado por mi país, pero mi lugar favorito aquí, sigue siendo Mérida. Más que por la nieve, la gastronomía, o la gente, Mérida es mi lugar favorito de Venezuela, porque me recuerda a ti.

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